Sentir dolor abdominal después de haber pasado por una apendicectomía puede sonar a contradicción: ¿no se supone que ya quitamos el apéndice? Pues bien, existe una entidad clínica poco conocida, a veces sorprendente, llamada stump appendicitis —también conocida en francés como appendicite sur moignon— que rompe con esa idea y merece ser explicada con calma. En este artículo te invito a un recorrido claro y cercano sobre qué es, por qué ocurre, cómo se diagnostica, cuáles son sus señales de alarma y qué se hace para tratarlo y prevenirlo. Vamos paso a paso, con ejemplos cotidianos y explicaciones sencillas, para que al terminar sepas identificar la posibilidad y actuar con rapidez si tú o alguien cercano atraviesa una situación similar.
¿Qué es exactamente el «stump appendicitis»?
El término stump appendicitis se refiere a la inflamación del muñón apendicular que queda tras una apendicectomía incompleta. Cuando el apéndice se retira, suele dejarse una pequeña porción del mismo adherida a la base, junto al ciego; si esa porción residual se obstruye o se infecta, puede inflamarse como lo haría un apéndice entero, provocando dolor, fiebre y los síntomas clásicos de una apendicitis. Aunque pueda sonar raro, es una noticia conocida dentro de la cirugía y la medicina de urgencias, y se ha reportado en pacientes meses o incluso años después de la operación inicial.
Es importante entender el concepto de «muñón»: no es que la apendicitis regrese exactamente igual, sino que el segmento que quedó actúa como un apéndice funcional y sufre el mismo proceso inflamatorio. Este fenómeno subraya un punto clave: una apendicectomía técnicamente incompleta o dificultada por la anatomía o la inflamación inicial puede dejar tejido capaz de inflamarse más adelante. Por eso la sospecha clínica juega un papel central: un paciente con dolor abdominal derecho y antecedentes de apendicectomía no puede descartarse automáticamente sin una evaluación adecuada.
Historia, nomenclatura y frecuencia
El concepto de apendicitis de muñón no es nuevo; se describió en la literatura quirúrgica décadas atrás y ha ido apareciendo en informes de casos y series clínicas. El término en inglés «stump appendicitis» y su equivalente en francés «appendicite sur moignon» son los más utilizados, pero en español también se oye «apendicitis en el muñón» o «apendicitis residual». Aunque es relativamente rara comparada con la apendicitis primaria, no es excepcional y puede ocurrir tanto después de apendicectomía abierta como laparoscópica.
En cuanto a la frecuencia, las cifras exactas varían según las series y los criterios de diagnóstico, pero la incidencia parece baja: se han publicado varios cientos de casos en las últimas décadas. La percepción de rareza puede llevar a retrasos diagnósticos, porque muchos clínicos no lo tienen presente al evaluar a un paciente con dolor en la fosa ilíaca derecha que ya se sometió a apendicectomía. Por eso es útil que pacientes y profesionales sepan que la historia quirúrgica no elimina por completo la posibilidad de apendicitis.
Anatomía y fisiopatología: ¿por qué ocurre?
Para entender el porqué, conviene recordar la anatomía: el apéndice nace del ciego y su localización y longitud son variables. Durante la apendicectomía, el cirujano debe identificar la base del apéndice donde se une al ciego y resecarlo lo más cerca posible de esa unión. Sin embargo, situaciones como inflamación intensa, fibrosis, hemorragia o anatomía inusual pueden dificultar la identificación precisa de la base, y entonces puede dejarse un muñón más largo de lo deseable. Si ese muñón presenta una luz que se puede obstruir (por ejemplo por un fecalito, tejido linfoide hipertrófico o adherencias), se genera el ambiente para la inflamación: obstrucción, sobrecrecimiento bacteriano, isquemia y finalmente inflamación e incluso perforación.
Además, factores quirúrgicos como técnica de resección, visión limitada (más frecuente en laparoscopia si no se alcanzó óptica adecuada) o la decisión de conservar parte del apéndice por razones técnicas pueden contribuir. También la presencia de un apéndice retrocecal o subhepático, con posiciones atípicas, puede complicar el procedimiento y aumentar el riesgo de dejar muñón significativo. En resumen, stump appendicitis ocurre por la combinación de un remanente anatómico y un mecanismo obstructivo/infeccioso que replica la fisiopatología de la apendicitis primaria.
Factores de riesgo y escenarios típicos
Aunque cualquier paciente operado puede desarrollar esta complicación, hay situaciones que incrementan la probabilidad. Conocerlas ayuda tanto a profesionales como a pacientes a mantenerse alertas.
- Cirugías realizadas en contexto de inflamación severa: cuando el apéndice estaba muy inflamado o perforado, la distorsión anatómica hace más difícil lograr una resección completa.
- Técnica quirúrgica y experiencia: aunque la laparoscopia ofrece ventajas, si no se identifica bien la base puede quedar un muñón largo; la experiencia del equipo influye.
- Variantes anatómicas: apéndices retrocecal, subhepáticos o con longitud inusual pueden predisponer.
- Fecalitos o cuerpos extraños residuales: si un fecalito queda atrapado en el muñón, la obstrucción y la infección pueden aparecer después.
- Edad y comorbilidades: no son factores directos, pero las condiciones que alteran la respuesta inmunitaria o la cicatrización pueden modificar la presentación clínica.
Estos factores no determinan que vaya a ocurrir obligatoriamente, pero ayudan a explicar por qué en algunos pacientes el proceso se repite en forma de inflamación del muñón.
Presentación clínica: cómo se manifiesta
La presentación de la stump appendicitis puede ser muy similar a la de una apendicitis clásica, aunque la historia de apendicectomía previa añade una capa de complejidad. El síntoma más común es dolor abdominal, típicamente en la fosa ilíaca derecha, aunque la localización puede variar según la posición anatómica del muñón.
- Síntomas comunes:
- Dolor abdominal derecho, inicialmente difuso y luego más localizado.
- Fiebre de intensidad variable.
- Náuseas y/o vómitos.
- Leucocitosis (aumento de glóbulos blancos) en análisis sangriento.
- Tensión abdominal o signos de peritonitis si hay perforación.
- Signos menos específicos:
- Molestia al caminar o al toser.
- Dolor en posición atípica si el muñón está en ubicación inusual.
- Recaídas o síntomas fluctuantes si la inflamación es parcial o subaguda.
Un punto práctico: la presencia previa de operación no excluye la apendicitis. Si alguien que fue sometido a apendicectomía en el pasado presenta estos síntomas, especialmente con signos inflamatorios en sangre o imagen sugestiva, hay que considerar stump appendicitis en el diagnóstico diferencial.
Diagnóstico: retos y herramientas
Diagnosticar stump appendicitis puede ser un desafío porque la sospecha clínica inicial suele inclinarse hacia otras causas (adherencias, enfermedad inflamatoria intestinal, diverticulitis, cólico renal, etc.). La clave está en la combinación de historia clínica cuidadosa, examen físico y pruebas de imagen.
Las pruebas de laboratorio muestran datos inflamatorios inespecíficos: leucocitosis, reacción de fase aguda elevada (PCR). No son suficientes para confirmar el diagnóstico, pero ayudan a orientar. La decisión crucial recae en las técnicas de imagen, donde la tomografía computarizada (TC) abdominal con contraste y la ecografía son las más utilizadas. A continuación describo de forma práctica las ventajas y limitaciones de cada una:
Prueba | Ventajas | Limitaciones |
---|---|---|
Tomografía computarizada (TC) con contraste | Alta sensibilidad y especificidad; muestra claramente el muñón inflamado, un fecalito, líquido libre o absceso; útil para planificar cirugía. | Exposición a radiación; puede requerir contraste en pacientes renales; accesibilidad en emergencias. |
Ecografía abdominal | Sin radiación, rápida, disponible; buena en manos expertas para identificar apéndice residual inflamado. | Depende del operador; puede fallar si hay obesidad, distensión intestinal o ubicación del muñón poco accesible. |
Resonancia magnética (RM) | Útil en embarazadas o casos que requieren evitar radiación; buena resolución de tejidos blandos. | Menos accesible en urgencias, más costosa y tiempo de adquisición mayor. |
Un hallazgo característico en TC es la presencia de tejido tubular inflamado en la región del ciego que corresponde al muñón, a veces con un fecalito dentro, engrosamiento de la pared y grasa mesentérica inflamada. La clave diagnóstica es reconocer que eso corresponde a un remanente apendicular y no a otra estructura. Para esto, la experiencia radiológica y una comunicación fluida entre el clínico y el radiólogo son esenciales.
Diagnóstico diferencial
El dolor en la fosa ilíaca derecha tiene múltiples causas posibles. Enumerarlas ayuda a no perderse en la maraña y a priorizar acciones.
- Adherencias postsquirúrgicas con dolor crónico.
- Enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn).
- Diverticulitis cecal.
- Cólicos renales o infección urinaria.
- En mujeres: torsión ovárica, enfermedad pélvica inflamatoria, embarazo ectópico.
- Hernias o procesos tumorales raros.
En muchos casos, la imagen —especialmente la TC— es decisiva para diferenciar estas entidades. Si existe duda, la evaluación quirúrgica considerada temprana puede evitar complicaciones como la perforación.
Tratamiento: ¿qué se hace cuando se confirma?
El tratamiento de elección para stump appendicitis es la extirpación del muñón residual, llamada apendicectomía de finalización o «completion appendectomy». En términos generales, el tratamiento depende de la gravedad y de la existencia de complicaciones como absceso o peritonitis.
En un escenario sin complicaciones graves, muchos equipos prefieren la resección laparoscópica del muñón, ya que permite una buena visualización, manejo de adherencias y control de la fuente infecciosa, con recuperación rápida. Si existe un absceso localizado, puede considerarse drenaje percutáneo guiado por imagen y tratamiento antibiótico inicialmente, seguido de apendicectomía diferida. En casos de peritonitis generalizada o si la laparoscopia no es factible, la cirugía abierta puede ser necesaria.
- Tratamiento inicial:
- Soporte hemodinámico si está comprometido.
- Antibióticos de amplio espectro que cubran flora intestinal.
- Evaluación por cirugía urgente.
- Tratamiento definitivo:
- Completion appendectomy (laparoscópica o abierta) para retirar el muñón inflamado.
- Drenaje de absceso si presente (percutáneo o quirúrgico).
Es importante señalar que el manejo quirúrgico debe ser realizado por equipos con experiencia en cirugía abdominal y que cada caso se evalúa individualmente. El uso de antibióticos por sí solo puede controlar temporalmente la infección en algunos pacientes, pero generalmente no sustituye la necesidad de retirar el tejido residual que actúa como foco de infección.
Prevención: cómo disminuir el riesgo
La prevención está en manos del equipo quirúrgico durante la apendicectomía inicial, y en algunos aspectos también en la información y seguimiento al paciente. Algunas recomendaciones prácticas que han emergido de la experiencia y la literatura incluyen:
- Intentar resecar el apéndice lo más cerca posible de la base en el ciego, dejando un muñón mínimo (varias fuentes sugieren menos de 3–5 mm).
- Asegurar una buena identificación anatómica de la unión apéndice-ciego, sobre todo en casos con inflamación severa o anatomía atípica.
- En laparoscopia, tener en cuenta la ubicación y orientar la liberación del mesoapéndice para exponer la base; convertir a cirugía abierta si la visibilidad es insuficiente para una resección segura.
- Comunicación entre cirujano y paciente: informar acerca del riesgo teórico y de los signos de alarma para buscar atención temprana.
- Documentar en la historia clínica la técnica y extensión de la resección, para ayudar en futuras decisiones si aparecen síntomas.
Estas medidas no garantizan al 100% evitar stump appendicitis, pero reducen la probabilidad. La clave es técnica quirúrgica adecuada y decisión intraoperatoria basada en la seguridad del procedimiento.
Pronóstico y posibles complicaciones
Con un diagnóstico y tratamiento adecuados, el pronóstico de la stump appendicitis es generalmente favorable. La resección del muñón inflamado suele resolver la infección y aliviar los síntomas, y la recuperación es comparable a la de una apendicectomía convencional si no hubo complicaciones severas.
No obstante, pueden ocurrir complicaciones si el diagnóstico se retrasa: formación de absceso, perforación con peritonitis, sepsis o presencia de adherencias que compliquen la intervención. La morbilidad aumenta con la demora y con condiciones comórbidas del paciente. Por eso, la rapidez en la identificación y en la intervención terapéutica es un factor determinante del resultado final.
Casos reales y señales de alarma: cuándo consultar
Imagina a una persona que, dos años después de una apendicectomía, comienza con dolor localizado en la fosa ilíaca derecha, fiebre y náuseas. Al principio lo atribuye a una indigestión, pero el dolor se intensifica y la fiebre sube. Estas señales son clásicas de alarma: dolor abdominal persistente y focalizado, fiebre, vómitos o pérdida del apetito después de una cirugía previa. En ese contexto, acudir a urgencias para evaluación clínica y pruebas de imagen es lo correcto.
Señales de alarma concretas que requieren atención inmediata:
- Dolor abdominal intenso y persistente (especialmente en la fosa ilíaca derecha).
- Fiebre alta o escalofríos.
- Náuseas y vómitos que impiden alimentarse o beber.
- Distensión abdominal o signos de peritonitis (rigidez abdominal, dolor con movimientos respiratorios).
- Síntomas sistémicos como mareos, confusión o baja presión arterial que sugieran sepsis.
Si tienes antecedentes de apendicectomía y presentas cualquiera de estas señales, explícitalo al equipo sanitario: esa información puede acelerar la sospecha diagnóstica y la realización de la imagen adecuada.
Seguimiento y cuidados después de la intervención
Tras una completion appendectomy o el manejo conservador de un absceso, el seguimiento incluye vigilancia clínica, manejo del dolor, antibióticos si se indicó y control de la herida quirúrgica. La recuperación suele ser rápida en procedimientos laparoscópicos bien resueltos, aunque cada paciente tiene su ritmo.
- Revisión médica postoperatoria para evaluar la curación y el control de la infección.
- Consultar de nuevo ante fiebre, enrojecimiento o supuración de la herida, o dolor persistente.
- Evitar esfuerzos intensos hasta que el cirujano lo autorice; seguir pautas sobre la reincorporación a actividades laborales o deportivas.
Además, es recomendable que los pacientes con apendicectomía previa conserven la documentación quirúrgica, ya que la descripción intraoperatoria puede ser útil ante consultas futuras.
Tabla comparativa rápida: claves para profesionales
Aspecto | Puntos clave |
---|---|
Sospecha clínica | Dolor en fosa ilíaca derecha en paciente con apendicectomía previa; no descartar por antecedente quirúrgico. |
Pruebas iniciales | Laboratorio (leucocitosis, PCR); ecografía como primera opción en manos expertas; TC abdominal es la prueba más sensible. |
Tratamiento | Completion appendectomy (preferiblemente laparoscópica si es posible). Drenaje y antibióticos si hay absceso. |
Prevención | Resección cercana a la base, identificación anatómica clara, conversión a abierta si es necesario. |
Complicaciones | Absceso, perforación, sepsis; mayor riesgo si el diagnóstico se retrasa. |
Preguntas frecuentes que suelen surgir
- ¿Puede ocurrir años después de la apendicectomía? Sí; se han descrito casos desde semanas hasta décadas después del procedimiento inicial.
- ¿Es más frecuente con la laparoscopia? No hay consenso absoluto; la laparoscopia puede presentar desafíos de visualización que si no se corrigen conducen a un muñón más largo, pero con técnica apropiada la frecuencia es baja. Lo determinante es la identificación adecuada de la base, no tanto la vía.
- ¿Los antibióticos pueden curarlo sin operar? En algunos casos con absceso localizado y estado estable, los antibióticos más drenaje guiado pueden controlar el proceso y permitir una apendicectomía diferida. Sin embargo, la extirpación definitiva suele ser el tratamiento curativo.
- ¿Se puede prevenir totalmente? No al 100%, pero las buenas prácticas quirúrgicas disminuyen significativamente el riesgo.
Reflexión final antes de la conclusión
El concepto de stump appendicitis nos recuerda que en medicina las cosas rara vez son absolutas: una apendicectomía reduce muchísimo la probabilidad de apendicitis, pero no la elimina completamente si queda tejido funcional. La clave práctica es mantener una mente abierta ante un paciente con dolor abdominal en quien ya se realizó la operación, realizar estudios adecuados y actuar con rapidez cuando la imagen o la clínica así lo sugieran. También enfatiza la importancia de la técnica quirúrgica, la comunicación entre profesionales y la información clara al paciente sobre signos de alarma.
Conclusión
La stump appendicitis, o appendicite sur moignon, es una condición poco frecuente pero real que ocurre cuando el muñón apendicular residual se inflama tras una apendicectomía; se presenta con síntomas similares a la apendicitis clásica y requiere altos índices de sospecha, estudio por imagen (especialmente TC) y, en la mayoría de los casos, apendicectomía de finalización o drenaje y manejo antibiótico según la extensión; la prevención pasa por una resección adecuada de la base durante la apendicectomía inicial y por mantener la comunicación y el seguimiento apropiados entre paciente y equipo médico para detectar y tratar oportunamente cualquier recaída inflamatoria.